RECUERDOS
DEL INSTITUTO NACIONAL DE INVESTIGACIONES PECUARIAS
Pedro
Solana Martagón
1960
En 1960 el
Instituto de Investigaciones Pecuarias (INIP) de la Secretaría de Agricultura y
Ganadería (SAG) contaba con médicos veterinarios de mucho prestigio que fueron
actores principales en la elaboración de vacunas para la erradicación de la
fiebre aftosa en México. Las funciones principales del INIP eran el registro de
productos biológicos, farmacéuticos y alimenticios, contaba con un laboratorio
de constatación de la calidad de los productos a registrar por la SAG, con un
laboratorio de diagnóstico y además se producía la vacuna contra la rabia y
antígenos para diagnóstico. Prácticamente no se llevaba a cabo investigación.
En 1960 la
Fundación Rockefeller financiaba en México proyectos de investigación en el
área de agricultura, las oficinas estaban en Londres 40 México 6 D.F. y se le
denominaba Oficina de Estudios Especiales (OEE). Las investigaciones que se
llevaban a cabo eran principalmente con maíz y trigo y las que dieron renombre
internacional principalmente al obtener por estos trabajos el Dr. Norman E.
Borlaug el Premio Nobel de la Agricultura y la Alimentación.
La oficina
de Estudios Especiales (OEE) de la Fundación Rockefeller
1961
Para 1961
la Oficina de Estudios Especiales de la Fundación Rockefeller (OEE) tenía un
proyecto conjunto con la Escuela Nacional de Medicina Veterinaria y Zootecnia
(ENMVZ) de la UNAM, la que facilitaba el laboratorio de patología aviar para
llevar a cabo los trabajos de investigación en avicultura. El director de la
oficina era el Dr. John A. Pino. En este laboratorio se hacía también
diagnóstico y estaba dirigido por el MVZ Eduardo Rivera Cruz; bajo su dirección
trabajaban estudiantes de la ENMVZ entre los que se puede mencionar a Pablo
Correa Girón, Celedonio Garrido Melo, Alejandro Cuadra, Carlos Arellano Sota,
Rosita Fabela, Héctor Carrillo Melgar, entre otros.
En otro
laboratorio el MVZ Jesús Estudillo hacía investigación en laringotraqueítis y
el MVZ Ricardo Moreno Chan en bronquitis aviar. En el Departamento de Patología
de Bovinos de la OEE el jefe era el MV Daniel Hagen y bajo su dirección estaba
trabajando Pedro Solana Martagón con mastitis bovina y Marco Antonio Hidalgo en
vibriosis. En el área de reproducción de bovinos empezó Marco Antonio Hidalgo y
un poco después José Luis Escrivá y Roberto Ruiz quienes iniciaron los trabajos
de Inseminación Artificial en Chihuahua en La Campana.
El Dr. John
A. Pino dirigía los trabajos de avicultura en el campo El Horno en Chapingo,
Edo. México. Estaban Edsel Bixler, Manuel Cuca y Augusto Aguilera y en genética
el MVZ Gustavo Reta Peterson con quien trabajaba desde estudiante Manuel
Berruecos Villalobos.
En forrajes
el jefe de departamento era Henk Tunisson y bajo su dirección trabajaba, David
Arroyo, primero en Cotaxtla, Veracruz y posteriormente en Paso del Toro,
Veracruz, y Martín H. González en La Campana, Chihuahua.
Creación
del Instituto Nacional de Investigaciones Pecuarias y fusión con el CENIP
1962
En 1962 la
SAG tomó la decisión de llevar a cabo un proyecto cooperativo con la Oficina de
Estudios Especiales de la Fundación Rockefeller y se crea al Centro Nacional de
Investigaciones Pecuarias (CENIP) el cual es albergado en el Instituto de
Investigaciones Pecuarias. En ese año el Presidente Adolfo López Mateos le
adiciona el Nacional al Instituto de Investigaciones Pecuarias y queda como
Instituto Nacional de Investigaciones Pecuarias (INIP).
Instituto
Nacional de Investigaciones Pecuarias. 1962. Fuente: Colección del CENID-Microbiología. INIFAp |
MVZ
Daniel Mercado García, Director del IIP. Fuente: Anónimo 1962. Entrevista exclusiva. Habla el Director del Instituto de Investigaciones. PANAGRA. 1062. Nº 3, p: 54, |
.
1962
El INIP
aportaría las instalaciones necesarias, parte del salario de los investigadores
y los gastos de operación y la Fundación Rockefeller aportaría un salario
complementario para los investigadores y financiamiento complementario para
gastos de operación. El director del CENIP era el Dr. John A. Pino y el
director del INIP era el MVZ Daniel Mercado García, quién en 1963 fue
sustituido por el MVZ. Óscar Valdés Ornelas.
1963
En 1963 el
Dr. Hagen empieza a hacer investigación en porcicultura y dirige al MVZ Ramiro
Ramírez Necochea y MVZ Gilberto Gómez Priego. El Dr. Ned S. Raun era el jefe
del departamento de nutrición y con él trabajaban el Dr. Sergio Brambila, el
MVZ Héctor Merino Zúñiga, Marcial Velazco y Carmen Mendoza en las instalaciones
de la Unidad Central y en los centros experimentales de Paso del Toro, Veracruz
que eran propiedad de la SAG y en La Campana, Chihuahua, que era propiedad de
la OEE.
En el mes
de diciembre de 1963 se publica el número 1 de la revista Técnica Pecuaria en
México, por iniciativa del Dr. John a. Pino.
Fuente. Colección de P. Solana
Fuente. Colección de P. Solana
1964
En 1964 se
crea el Departamento de Microbiología Experimental en el laboratorio 4 del
INIP, en el que anteriormente había sido usado para la elaboración de la vacuna
contra la Fiebre Aftosa; el jefe del Departamento era Pedro Solana Martagón y
su auxiliar Pablo Correa.
También en
ese año, bajo el programa “Alianza para el Progreso” que el Gobierno de los EUA
estableció por iniciativa del Presidente John F. Kennedy, en México se
establece el Plan Lerma – Chapala – Santiago, donde en el Programa de Desarrollo
Pecuario estaba el Dr. Gustavo Reta Petterson y donde Gilberto Gómez Priego y
Carlos Arellano Sota, entre otros, desarrollaron la primera fase de la Red de
Laboratorios de Diagnóstico, implementando los de Lerma en el Estado de México,
León, en Guanajuato y Tlaquepaque en Jalisco.
Parte del
personal del laboratorio de Diagnóstico de Patología Aviar de la Escuela
Nacional de Medicina Veterinaria y Zootecnia-UNAM, se quedó ahí y otra parte se
trasladó al laboratorio 3 del INIP, que también había sido usado para la
elaboración de la vacuna de Fiebre Aftosa. El jefe del Departamento seguía
siendo Eduardo Rivera Cruz.
Se había
establecido un sistema de trabajo que funcionaba muy bien, con profesionales
con experiencia, dedicación y ganas de preparar al personal y una cantidad
importante de profesionistas recién graduados o estudiantes con muchas ganas de
aprender, obtener un puesto de trabajo que le garantizara su desarrollo, la
obtención de una beca en el extranjero y posteriormente un puesto de trabajo a
buen nivel. La selección de los
candidatos a pertenecer a la OEE o al CENIP era muy cuidadosa, dando
mucha importancia a predecir si el candidato podría ser eventualmente un buen
investigador(a) a pesar de las limitaciones bajo las cuales tendría que
trabajar, principalmente en un inicio un sueldo bajo y una muy limitada
disponibilidad de equipo y suministros. Por otro lado hay que tomar en cuenta
que este tipo de preparación no se podía obtener en otro lado, ya que en esa
época ni la ENMVZ, ni las Escuelas de Veracruz o de Guadalajara, de muy
reciente creación, ofrecían grados de maestría o doctorado.
La gran
aportación de la Fundación Rockefeller fue el haber formado un equipo técnico
bien preparado a través de ir enviando anualmente dos o tres personas a
universidades del extranjero para obtener grados de maestría o doctorado,
quienes se comprometían que a su regreso trabajarían en el CENIP o
posteriormente en el INIP.
Otro factor
importante a considerar es que la ganadería tecnificada estaba casi todo por
hacerse y se estaba expandiendo a diferentes estados del país. Este era el caso
de la avicultura en Tehuacán, Puebla o en Ciudad Obregón en Sonora y que
estaban requiriendo de veterinarios bien preparados, que pudieran resolver los
problemas no sólo de sanidad sino también de nuevos sistemas de producción.
Para esto se llevaron a cabo proyectos de investigación en forma cooperativa
con las Asociaciones de avicultores y porcicultores en los estados. En 1964,
Celedonio Garrido fue a Ciudad Obregón, Sonora, a dirigir el laboratorio de la
Asociación de Avicultores; a solicitud de ellos fue el MVZ Pedro Solana al
laboratorio y en presencia de Celedonio Garrido y Alejandro Cuadra, aisló por
primera vez Haemophilus gallinarum. La anerobiosis se logró con un bote y una
vela; así mismo se elaboró una bacterina que en la actualidad es ampliamente
usada. Muchos de los veterinarios que se prepararon en el CENIP han sido
motores de desarrollo de la ganadería en diferentes estados del país.
Cada sábado
se llevaban a cabo seminarios en donde los investigadores presentaban los
avances de sus investigaciones. Esto fue el inicio de las Reuniones Anuales del
INIP.
En
diciembre de 1964 dejó de operar la Oficina de Estudios Especiales de la
Fundación Rockefeller; por lo tanto el Dr. John A. Pino terminó su gestión como
director del CENIP y lo substituyó el MVZ Eduardo Rivera Cruz. También se van
el Dr. Daniel Hagen y el Dr. Ned Raun. El Dr. Tuniseen, el Ing. Brambila y el
Dr. Ricardo Moreno Chan se habían quedado en la ENMVZ-UNAM y el Dr. Jesús
Estudillo estaba ya en la iniciativa privada.
1965
El Dr.
Eduardo Rivera Cruz se inició como director del CENIP en 1965. Este año fue
crítico para el CENIP ya que debía haber un reacomodo en la operatividad del
mismo pues tendría que depender únicamente del presupuesto que tenía aprobado
el CENIP proveniente de la Secretaría de Agricultura y Ganadería. Ya no habría
compensación proveniente de la OEE para el sueldo del personal por lo que se
necesitaban gestionar fondos para terminar los experimentos ya iniciados. La
ayuda para tratar de resolver estos problemas de parte del Dr. Óscar Valdés
Ornelas, que era el director del INIP fue determinante. En ese año llegó el Dr.
Jorge Baer del Communicable Disease Center, Ga, USA, al CENIP, como experto en
rabia interesado en un proyecto cooperativo para llevar a cabo estudios de
epizootiología sobre rabia paralítica bovina o Derriengue. Estos trabajos ya se
habían iniciado en conjunto con la Universidad de Veracruz, a donde había sido
comisionado Augusto Mancisidor de parte del CNIP.
1966
A
principios de 1966 el Dr. Eduardo Rivera Cruz renunció como director y lo
substituyó el Dr. Pedro Solana Martagón. El programa de preparación del
personal continuó durante varios años con el apoyo de la Fundación Rockefeller.
La forma en
que operaba el CENIP limitaba su crecimiento y dificultaba la gestión de fondos
ante la SAG. Por otro lado, el INIP no llevaba a cabo investigación por lo que
el Dr. Óscar Valdés Ornelas gestionó ante la propia Secretaría que el CENIP sea
integrado dentro del INIP con todos sus recursos humanos y materiales.
Creación
del Instituto Nacional de Investigaciones Pecuarias como un Instituto sólo de
investigación pecuaria
1967
En 1967 en
substitución del Dr. Valdés Ornelas es nombrado como Director del INIP al Dr.
Pedro Solana quien permaneció en este puesto hasta 1974. Como Subdirector se
nombró al Dr. José Luis Delgado quien representaba al personal que había
laborado durante muchos años en el INIP, cuyas actividades y entrenamiento eran
sobre diagnóstico, administración y producción de vacunas, pero que no tenían
un entrenamiento en investigación; la mayoría de ellos tenían de 20 a 30 años
de antigüedad en el INIP. Varios de estos profesionistas siguieron siendo de
gran valía al Instituto, como ejemplo se puede mencionar a la Dra. María Roldán
de Gordón.
Al
principio había que resolver el problema financiero para llevar a cabo la
investigación e integrar a los dos grupos de profesionistas tan disímbolos.
Este proceso por razones obvias no fue fácil ni rápido.
Dado que
había departamentos dentro del Instituto que eran más bien destinados a
actividades de salud animal, se negoció con el Dr. Gustavo Reta Petterson, que
era el director de la Dirección General de Sanidad Animal, se transfirieran
hacia esa dirección, el Departamento de Registro de Productos Biológicos,
Farmacéuticos y Alimenticios, así como el personal del Laboratorio Central de
Diagnóstico, cuyas instalaciones permanecieron dentro del Instituto
(Laboratorio 3, año 1967) y que fueron la base de la Red Nacional de
Laboratorios de Diagnóstico (RENALDI). Fue también reubicado el laboratorio de
Producción de Vacunas, Antígenos y Reactivos y que eventualmente la Dirección
General de Sanidad Animal estableció en el año 1972 como la Productora Nacional
de Biológicos Veterinarios (PRONABIVE).
Estos
movimientos permitieron canalizar mejor los recursos del INIP hacia la
investigación y utilizar instalaciones que fueron de mucha utilidad para el
crecimiento del INIP tanto en la Unidad Central como en los laboratorios.
De esta
forma se logró remodelar el edificio central para establecer la biblioteca que
no contaba el Instituto, manejada con personal especializado y que tuviera un
acervo de revistas de investigación. En esa época se dependía de las revistas
científicas para llevar a cabo revisiones bibliográficas y consultas, ya que no
existía la computación. Así mismo hubo espacio suficiente para nuevos
Departamentos como el de Planeación, Divulgación y posteriormente para ubicar
el Proyecto Internacional del Gobierno de México y la Agencia para el
Desarrollo Internacional (AID) del Gobierno de los Estados Unidos, para el
Control de Vampiros.
En la Unidad
Central se llevaban a cabo trabajos de investigación en nutrición y en salud
animal. Como cada vez había más experimentos que realizar, se construyeron
corrales nuevos diseñados exprofeso los que fueron de mucha utilidad, en la
ejecución de los proyectos de rabia paralítica bovina y encefalitis equina se
adaptaron los corrales usados durante la erradicación de la fiebre aftosa.
Igualmente se remodelaron y ampliaron los corrales que se habían utilizado para
los trabajos de nutrición.
Se
construyó un bioterio diseñado exprofeso, tomando en cuenta los requerimientos
para evitar la contaminación de los animales producidos por todas las vías
posibles, principalmente la aérea y contar con animales de laboratorio libres
de patógenos.
Para llevar
a cabo experimentos con patógenos que afectan al humano y no poner en riesgo la
salud de los investigadores, se construyó una unidad de aislamiento. Ésta puede
alojar bovinos, ovinos, cabras, porcinos o aves, y ha sido de mucha utilidad
para la evaluación de productos para la prevención de las zoonosis como la
brucelosis en cabras, proyecto en el que trabajaron el Dr. Ricardo Flores y el
Dr. Jorge Baer.
Se
construyó un edificio que estaba diseñado originalmente para alojar a
diferentes Departamento que conformaban el INIP, como Genética, Reproducción,
Bacteriología, Nutrición y Virología. Posteriormente se modificó pues siempre
ha habido necesidad de equipo nuevo de acuerdo con el avance de la tecnología.
Siempre se trató de suplir esa deficiencia con voluntad, ingenio y trabajo; los
investigadores en general no se quejaban por falta de elementos para trabajar
sino que resolvíamos los problemas.
Pablo
Correa regresó de su maestría en 1966. Debido a que manejaba cultivos de
células para el crecimiento del virus a diferencia del procedimiento que se
usaba anteriormente que era embrión de pollo, se construyó un edificio diseñado
para el manejo de los virus y de esta manera se trabajó con los problemas virales
que aquejaban la ganadería del país. En una visita del Dr. James Baker de la
Universidad de Cornell, E.U., que vino a México por invitación de Ricardo
Flores, se planteó el problema del cólera porcino, (fiebre porcina clásica) en
el país y la falta de una vacuna efectiva para su control. El Dr. Baker le dio
al Dr. Flores la cepa PAV250 con la que el Dr. Correa obtuvo semilla suficiente
para llevar a cabo los trabajos que demostraron la eficacia de esta vacuna para
proteger a los cerdos contra el cólera porcino. Esta vacuna posteriormente fue
entregada a PRONABIVE. A través de su uso masivo en todo el país se pudo lograr
la erradicación del cólera porcino en México. Otro problema grave era la rabia
paralítica o derriengue, teníamos la preocupación de preparar personal en el
área específica de virología y para el control de esta enfermedad, por lo que
el Dr. Jorge Baer empezó a entrenar a un grupo importante de veterinarios entre
ellos al Dr. Antonio Morilla, el Dr. Mario Martel y el Dr. Diodoro Batalla.
Proyectos
Nacionales e Internacionales
Paralelamente
ya se habían iniciado los trámites para el establecimiento de un proyecto
internacional para el Control del Derriengue, proyecto que debería ser
financiado por la Food and Agricultural Organization (FAO). Debido a nuestra
inexperiencia para gestionar oficialmente la participación y apoyo de un
organismo internacional y de las diferentes gestiones que deberían llevarse
ante la Secretaría de Relaciones Exteriores, la ayuda del representante de la
FAO en México, el Dr. Dick Caldwell o de la Lic. Emilia Téllez en la Secretaría
de Relaciones Exteriores, así como de expertos en el control de virus rábico,
como el Dr. James Steel, fueron determinantes, sobretodo en la etapa de
preparación para el trámite de evaluación de la capacidad tanto técnica como de
facilidades y equipo, que habría que llevarse a cabo en el INIP. Al mismo
tiempo también se hacia la evaluación de las facilidades que había en otros
países en donde la rabia paralítica bovina también era un problema grave como
en Brasil y otros países sudamericanos. A la visita de evaluación vinieron el
Dr. Pascu Atanasiu experto virólogo y el Dr. Arthur Greenhall especialista en
control de vampiros. Con ellos se llevaron a cabo visitas de campo en zonas
endémicas de la enfermedad, cuevas de vampiros y se logró demostrar que existía
el conocimiento del problema y la capacidad de movilización y penetración en
las zonas afectadas. Se tenían los contactos en los estados muy afectados como
Veracruz, Oaxaca o Guerrero y con la capacidad y entrenamiento de Carlos
Arellano Sota y Eliseo Hernández Baumgartem, quienes ya habían regresado de sus
estudios de posgrado, así como el que había preparado el Dr. Baer. Se contaba
con expertos en Epizootiología, Virología y medianamente se había acondicionado
el edificio que anteriormente se dedicaba a la Producción de Vacunas, para
poder ser utilizado como sede del proyecto. Quedaron bien impresionados y
recomendaron que el proyecto se llevara a cabo en México.
El Proyecto
sobre Control de la Rabia Paralítica o Derriengue empezó a funcionar en 1967.
El personal por parte de la FAO fue el Dr. Pierre Sureau como epizootiólogo, y
como contraparte Carlos Arellano Sota, Arthur Greenhal en control de vampiros
como contraparte William López Forment y Josep Bjelenga como virólogo y como
contraparte Eliseo Hernández Baungarten. Como asesor del proyecto quedó el Dr.
Bernardo Villa del Instituto de Biología de la UNAM. La FAO proporcionó equipo
e insumos, con lo que quedó bien conformado el laboratorio del proyecto de
Derriengue.
El trabajo
de este grupo de investigadores fue muy intenso, no solamente en el laboratorio
sino también en el campo donde se seguían muriendo miles de animales por la
rabia paralítica. La industria farmacéutica solamente tenía disponible una
vacuna elaborada en embrión de pollo que daba una protección parcial, y
producía muertes por choque anafiláctico. Una zona muy afectada por Derriengue
era alrededor de Acatlán de Pérez Figueroa, entre los límites de Veracruz y
Oaxaca. Esta zona fue elegida por los epizootiólogos, como área de estudio,
colectaron muestras del cerebro de animales muertos de Derriengue y las
llevaron al laboratorio. De ese material se aisló una cepa de virus rábico que
se le dio el nombre de cepa Acatlán V 319 que dio origen a la vacuna del mismo
nombre. Las pruebas reglamentarias para poder registrar esta vacuna ante la
SAG, se llevaron a cabo primero, en los corrales de la Unidad Central y
posteriormente en el Campo Experimental de las Margaritas, Puebla. Esta vacuna
fue proporcionada a PRONABIVE para su venta y su distribución en todo el país
en donde se aplicaron muchos miles de dosis que permitieron el control de esta
enfermedad.
En el año
de 1969, siendo presidente de la República el Lic. Luis Echevarria Álvarez, se
presentó en México proveniente de Guatemala, la Encefalitis Equina Venezolana,
que era una zoonosis que entró al país por el Estado de Chiapas y se difundió a
una velocidad extrema hacia todas las
direcciones
en el país. En el mundo no había disponible una vacuna para proteger a los
equinos contra esta enfermedad; la agravante fue que no solo estaba matando a
equinos, sino también una gran cantidad de personas enfermas y había casos
fatales. Por este motivo el control de la enfermedad se debía llevar a cabo en
forma conjunta entre la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG) y la
Secretaria de Salubridad y Asistencia Pública (SSA); se decidió que la vacuna
debía ser elaborada en Palo Alto. En un laboratorio del ejército de los Estados
Unidos tenían una cepa atenuada de encefalitis equina venezolana (TC83), sin
embargo informaron que no se habían llevado a cabo pruebas suficientes para
garantizar su uso como vacuna. El Dr. Pedro Solana fue comisionado para ir a
ese laboratorio y obtener la cepa del virus de encefalitis equina venezolana,
la cual fue proporcionada, pero con la advertencia que no se harían
responsables si pudiera causar algún problema. El Dr. Diodoro Batalla había
sido entrenado por el Dr. Jorge Baer en el manejo de virus y cultivos celulares, así
que se le encargó que produjera un lote de vacuna, con el cual, se hicieron
pruebas de inocuidad en animales de laboratorio y en equinos mantenidos en los
corrales de la Unidad Central. Existía una presión muy grande, sobretodo de
parte del Secretario de la SSA quién había que reportar semanalmente en las
reuniones bilaterales de ambas Secretarías, y en las que se analizaban el
avance de la enfermedad, así como el número de personas enfermas y equinos
muertos. También asistía el Dr. Francisco Salido Rangel que era el Director del
Laboratorio de Producción de Biológicos de la SSA, quién estaba muy pendiente
de lo que reportábamos.
Dado que
las pruebas de inocuidad resultaron favorables y debido a la urgencia de probar
la vacuna en un mayor número de animales, se nos autorizó vacunar caballos en
zonas infectadas. Por este motivo el Dr. Batalla y su auxiliar el Dr. Mercado
empezaron a producir lotes de vacuna los cuales pasaron satisfactoriamente las
pruebas de inocuidad pues contenían el título mínimo viral requerido. Las
muestras de los lotes producidos se mandaban al laboratorio de la SSA en donde
debían ser analizadas. En una de las reuniones semanales el Dr. Salido Rangel
informó que el lote producido no daba el título mínimo requerido. Le contesté
que yo respondía de que las prueba hechas por nosotros eran las correctas y
sugerí que se hiciera una prueba conjunta en el laboratorio de la SSA. El Dr.
Batalla asistió y el título fue el correcto.
En un viaje
en avión a Rio Verde, San Luis Potosí hecho para verificar la mortalidad de
equinos, iba el Presidente Echeverría y el Director de Sanidad Animal Dr.
Gustavo Reta Peterson. Me mandó llamar el Sr. Presidente y me dijo “me informan
que la vacuna que usted está produciendo está matando a los equinos” le
respondí que eso no era posible y si bien había equinos muertos en donde se
había vacunado, la vacuna sólo se usaba en zonas infectadas y lo que mataba los
equinos era el virus de campo. Esta información se la había dado el Dr. Reta.
La única
forma de saber si la vacuna mataba equinos cuando se usaba en el campo era
vacunando en zonas libres de virus, y como no lo permitía hacer el Dr. Reta,
hablé con el Dr. Carlos Robles, que era el Director del Centro Experimental
Pecuario Las Margaritas, en Hueytamalco, Puebla, que era una área libre de
encefalitis. Le dije “te mando vacuna de encefalitis y se la pones a 30
caballos” Los caballos no enfermaron y se lo reporté al Dr. Reta, quién se
enojó, pero terminó aceptando que se usara la vacuna en zonas libres que era
precisamente donde se debía usar para crear una zona de protección al avance
del virus. En el laboratorio del Dr. Batalla se produjeron más de 6 millones de
dosis de vacuna contra la encefalitis que sirvieron para parar el brote de
encefalitis, inmunizar a la población equina del país y evitar una nueva
presentación de esta epizootia.
En 1966
para dar una solución más completa en el control del derriengue, se estableció
un proyecto internacional para el control del vampiro transmisor del virus,
entre el INIP y la Agency for International Development, Bureau of Sport Fisheries
and Wildlife Denver Wildlife Research Center, Estados Unidos (AID). El INIP ya
se había preparado estableciendo un laboratorio en el Edificio Central, en el
cual trabajaba el Biól. Raúl Flores Crespo en el estudio de los vampiros; de
tal manera que cuando se firmó el acuerdo ya se tenía una base sólida para
iniciar los estudios. Además de personal, la AID traería equipo especializado que
al terminar el proyecto debería dejarlo en el INIP. Del INIP participaron
también Salvador Said y Clorinda Sarabia Bueno; del grupo de Estados Unidos
estaba como Director Sam Linhart y Richard J. Burns y posteriormente llegó Clay
Mitchell. Se llevaron a cabo muchos estudios del comportamiento de los vampiros
a través de la observación durante 24 horas al día; se adaptaron jaulas
especiales en los corrales para poner bovinos dentro de un local cerrado en
donde se introducían vampiros que eran monitoreados cuando se alimentaban de
los bovinos, o al acicalarse después de comer. Todos estos estudios dieron como
resultado el desarrollo de productos como la pomada “Vampirinip”, de uso tópico
en heridas que se sabía que el vampiro vendría a volver a alimentarse de ellas
ingiriendo entonces el vampiricida que lo mataría; como éste se desarrollaron
otros más, con diferentes aplicaciones. Estos estudios son reconocidos en toda
Latinoamérica en donde se presentaron en diversos foros y trabajos publicados.
En México el INIP proporcionó el producto a la Dirección General de Salud
Animal para sus campañas y durante mucho tiempo se usó en la Industria
Farmacéutica.
Durante
diferentes etapas y siempre dentro de proyectos cooperativos con el Gobierno de
Holanda, el Dr. Hans Dicken estuvo en México, colaborando con el Dr. Ricardo
Flores y su grupo en diversos estudios sobre leptospirosis. Del Dr. Dicken
recibieron entrenamientos; además siempre tuvo una actitud de ayuda y
cooperación con el personal del INIP, no solo en la enseñanza sino al gestionar
y traer cepas de Leptospira que fueron muy útiles en las investigaciones que se
llevaron a cabo en el INIP.
También
enviado por el Gobierno de Holanda estuvo varios años en el INIP el Dr. Karel
Antoni Schat o Tom Schat trabajando con la enfermedad de Marek en aves. Con él
trabajaron también varios compañeros veterinarios.
En 1970 la
Secretaría de Agricultura y Ganadería, a través del INIP, compró un terreno
adyacente al ocupado por el Instituto a la orilla de la carretera y del lado
oriente, que llega hasta donde cruzan el alambre de la luz sobre la carretera
México-Toluca, tiene una extensión de cerca de tres hectáreas. La finalidad de
esta adquisición fue la de poderlo utilizar para la ampliación de las
instalaciones del Instituto.
Alrededor
de 1970 el Dr. Miguel Osorno, que ya había regresado de los Estados Unidos,
siguió con los trabajos iniciados por el Dr. Heberto Esparza en Paso del Toro,
Veracruz, acerca del control de la Anaplasmosis y para la evaluación de una
vacuna que estaba desarrollando el Dr. Miodrag Ristic; estos fueron el inicio
de proyectos de investigación sobre este tema, que aún se continúan (2014).
Centros
Experimentales
En 1966 el
Centro Nacional de Investigaciones Pecuarias contaba con 3 Centros Experimentales:
Paso del Toro en Veracruz, el Centro Experimental Pecuario, La Campana en
Chihuahua y el Centro Experimental El Horno en Texcoco, Estado de México.
El jefe de
Departamento de Nutrición era el Dr. Héctor Merino Zúñiga y con él trabajaba el
Dr. Everardo González Padilla siguiendo el tipo de trabajos iniciados por el
Dr. Ned S. Raun y utilizando para sus experimentos los corrales de Palo Alto.
El
Departamento de Genética era dirigido por el Dr. Manuel Berruecos Villalobos,
quien trabajaba en Palo Alto y tenía también experimentos en El Horno y en Paso
del Toro haciendo investigación con borregos Pelibuey o Tabasco que era una
raza ovina casi desconocida, de no ser en los estados de Tabasco, Yucatán o
Campeche.
En el
Departamento de Forrajes se hacía investigación en zonas tropicales. El jefe de
Departamento era el Dr. Ricardo Garza Treviño, los proyectos de investigación
se llevaban a cabo en Paso del Toro con el Ing. David Arroyo, y eran
principalmente la evaluación de diferentes pastos tropicales, algunos
introducidos y de diferentes tipos de leguminosas.
En La
Campana, Chihuahua, se ubicaba la sede del Departamento de Manejo de
Pastizales, fundado hacía varios años y con una gran trayectoria de difusión de
la información generada a través de los Días del Ganadero; el Director de este
Centro era el Dr. Martín H. González, ampliamente conocido por los ganaderos de
esa región y Estados circunvecinos. En 1970 el INIP adquirió un terreno
adyacente al ya existente que tenía pastizales nativos diferentes por estar
ubicado en la parte alta de la sierra. De esta forma se duplicó el área de
pastizal del centro. Varias generaciones de Ingenieros Agrónomos fueron
entrenadas en este centro; en 1971 el Dr. Enrique Sánchez Granillo inició los
trabajos de nutrición animal y algunos años después fue el Director del Centro
Experimental.
En Paso del
Toro, Ver. pertenecía a la SAG desde la época del Subsecretario Lauro Ortega
quien fundó varios Centros en varios estados llamados Postas Zootécnicas. Tenía
una construcción típica de un silo elevado en la parte central y corrales
periféricos, además contaba con un terreno pequeño donde se producía forraje
para el ganado que generalmente se inundaba en la época de lluvias. En ese año
el Director era Julio Castillejos. Se iniciaban también los estudios de
producción de leche en el trópico. Para 1966 el Director era Carlos Robles,
quien había regresado de ser el Director de Los Belenes en Guadalajara. Jalisco
que en esa época ya no pertenecía al INIP. Para poder contar con terreno
suficiente para hacer experimentos con ganado especializado en producción de
leche en pastoreo así como tener más terreno para producir cereales para el
ganado estabulado se adquirió un terreno adyacente que permitió hacer nuevas
instalaciones para llevar a cabo los experimentos del departamento de forrajes.
Se hicieron experimentos, dirigidos por Heberto Esparza, con animales traídos
de La Campana de raza Hereford, que en poco tiempo estaban llenos de garrapatas
y enfermos de piroplasmosis y anaplasmosis. Este Centro fue y ha sido de enorme
importancia para la preparación de personal que posteriormente ocuparon cargos
directivos en otros Centros que se fueron creando. Ahí se inició el proyecto en
el que cada Centro debía contar en con un especialista perteneciente a cada uno
de los departamentos del INIP. Ahí hicieron carrera como investigadores
Heriberto Román Ponce en producción de leche, el Dr. Héctor Castillo con
borrego Pelibuey y Roberto Ruiz en reproducción. Se construyeron áreas de
laboratorios y casas para alojar a los investigadores.
El
Departamento de Avicultura en 1966 seguía estando en El Horno en Chapingo,
Texcoco, Estado de México, se llevaron a cabo experimentos en nutrición y
manejo de aves. El jefe del departamento era el Dr. Manuel Cuca García y con el
colaboraba el MVZ Ernesto Ávila
El Centro
Experimental Pecuario Las Margaritas, Puebla, se estableció en 1967 siendo
Secretario de Agricultura y Ganadería el Sr. Juan Gil Preciado, quien decidió
dar al INIP la oportunidad de manejar ese rancho como un Centro Pecuario, pues
pertenecía a la Secretaria de Agricultura y Ganadería. Contaba con una
extensión de 2,400 hectáreas, de terreno accidentado, el clima era tropical
húmedo y era muy representativo de la zona. Al recibirlo contaba con ganado
Charolais con problemas terribles de anaplasmosis. Este ganado se fue
sustituyendo por ganado Brahman e Indobrasil; además se introdujo ganado Suizo
Americano que a través de los años se ha ido adaptando y ha servido para la
demostración de producción de leche en el trópico. El primer Director fue
Roberto Ruiz; el segundo fue Everardo González Padilla y siguió Carlos Robles;
su asistente era Juvencio Lagunes quien posteriormente fue Director del Centro.
El Dr. González Padilla realizó trabajos de reproducción y los Jefes de
Departamento como el Dr. Ricardo Garza Treviño, Héctor Merino Zúñiga o Ricardo
Flores Castro hacían visitas periódicas para supervisar el avance de los
experimentos que se estaban ahí llevando a cabo. Aprovechando la existencia de
habitaciones para técnicos, sirvió para que muchos veterinarios recién graduados
adquirieran experiencia ya sea en forrajes, nutrición o en el tratamiento y
prevención de enfermedades. De ahí salieron muchos Directores de Centros
Experimentales. Anualmente se hacían Días del Ganadero en el que cada
investigador presentaba los resultados que había obtenido así como tecnología
que podía ser aplicada en la zona. También se recibían visitas de funcionarios
de la SAG como el Secretario de Agricultura y Ganadería Manuel Bernardo Aguirre
o frecuentes visitas de Subsecretarios como el Sr. Manuel Tellaeche y
posteriormente el Dr. Gustavo Reta Petterson.
Nota: Este escrito forma parte de la Memoria del INIP publicado en 2014
Yo viví en las instalaciones del I.N.I.P. en Palo Alto de 1965 a 1990 y crecí viendo el trabajo de esa comunidad de profesionales. El Instituto lució sus mejores días en los 60's y 70's, después empezó a decaer. Los jardines se secaron, los vehículos oficiales dejaron de reemplazarse y la actividad se fue apagando. Hoy en día solo permanece la Comisión para La Prevención de la Fiebre Aftosa y las instalaciones quedaron cercadas por el crecimiento de Santa Fe. Seguramente las nuevas generaciones de profesionistas están haciendo una nueva historia que contar en otras partes de México.
ResponderEliminarMe toco vivir desde estudiante la época dorada del Instituto, todas sus glorias y el efecto que tuvo en el desarrollo de nuestra ganadería.
ResponderEliminarLa ultima vez que estuve ahí. ...... me dieron ganas de llorar.
¿ Cómo permitimos que este Centro de cayera hasta desaparecer ?
felicidades en su aniversario de natalicio al gran Dr. Celedonio Garrido Melo
ResponderEliminar