Experiencias con la Rabia Paralítica Bovina o Desmodésica
Antonio Morilla González
Antecedentes
Antes de la
conquista por los españoles no se conocía el derriengue pues no había rabia, sin embargo existían
los murciélagos.Durante la conquista algunos cronistas informaron acerca de murciélagos hematófagos que mordían a los caballos, animales de carga y a los humanos. Por
ejemplo, durante la conquista del Darién, Fernández de Oviedo relata que
“muchos hombres y bestias morían a causa de la mordedura del murciélago”.
Molina Solís en su “Historia del descubrimiento y conquista de Yucatán”
describe que Francisco de Montejo sufrió graves pérdidas entre sus hombres y
animales de carga debido a que eran mordidos por los murciélagos.
No fue sino hasta 1881 que se tiene noticia de que se presentó una
epizootia en el puerto de Mazatlán, México, que atacaba el ganado y probablemente haya sido derriengue.
El primer
diagnóstico de rabia bovina fue realizado en 1911 en Santa Catarina, Brasil,
por Carini. Lo curioso del caso es que nunca antes había habido brotes de esta
enfermedad y lo atribuyó a los vampiros. En Trinidad hubo muchos brotes de
enfermedad tanto en humanos como en bovinos que sólo hasta 1936 fue
identificada como rabia (Schneider y Santos,1995).
El MV Emilio
Fernández después de su viaje por el estado de Colima, informó en 1910 a las
autoridades del Ministerio de Agricultura y Fomento la descripción clínica de
la epizootia de derriengue y algunos datos epizootiológicos.
A partir de 1910
los investigadores tratan de esclarecer las causas de las epizootias en bovinos
y equinos que ocurrían en los estados de Veracruz, Colima, Nayarit, Guerrero Sinaloa
Michoacán, Oaxaca, Guerrero y Jalisco. Se utiliza por primera vez el nombre de
derriengue, tronchado o descaderado. Anteriormente se sugería que era una forma
paralítica de la Piroplasmosis, Anaplasmosis o que era provocada por plantas
tóxicas.
Desde 1923 se
realizaron trabajos de investigación para tratar de resolver el problema que
representaba la epizootia en el ganado. A partir de esa época los MV Fernando
Camargo, Javier Escalona, Alfredo Téllez Girón, Salvador Villagómez y otros,
determinaron que la epizootia era derriengue causado por el virus de la rabia,
la que provoca una mortalidad variable del 9 al 2% de los animales. Es transmitido
por murciélagos hematófagos o vampiros y se intentó producir una vacuna para
proteger a los animales.
En 1933 el MV
Alfredo Téllez Girón demostró de que el Derriengue o Encefalomielitis era
debido al virus de la rabia. Debido a que no se conocía cuál podría ser el
vector sugirió que debía ser que fuera el murciélago hematófago (Desmodus, Dyphylla y Diaemus). Para tratar de dilucidar
cuál fue el origen del derriengue el MV Alfredo Téllez Girón mencionó que “a
juzgar por la información de viejos ganaderos el derriengue pudo haber
aparecido a finales del siglo pasado (1800s), pero se ignoran datos sobre su
origen” El MV Manuel Ramírez Valenzuela en 1953 escribió un “Resumen de la
historia de la rabia paralítica humana en América” que se presentó en el
“Congreso Científico Mexicano”
Es probable que los
murciélagos hematófagos estuvieran presentes y el derriengue se hubiera
presentado en las reses después de la conquista cuando los colonizadores las
introdujeron a las zonas tropicales; sin embargo no se encontraron reportes que
ocurriera durante la Colonia en la Nueva España Sin embargo es probable que
provocara problemas entre 1810 a 1910 pues en cuanto se empezó a hacer
investigación, inmediatamente se abocó a tratar de diagnosticar el problema
pues
de la Estación Agrícola Central de San Jacinto D.F., se mandó al MVZ Emilio Fernández en 1910 al estado de Colima pues estaba muriendo el ganado.
de la Estación Agrícola Central de San Jacinto D.F., se mandó al MVZ Emilio Fernández en 1910 al estado de Colima pues estaba muriendo el ganado.
Una de vacuna homóloga fue hecha por Mancisidor en 1964 para solucionar el problema
del Derriengue en el estado de Veracruz, México experiencia que fue presentada
en la 2ª Reunión Anual del Instituto Nacional de Investigaciones Pecuarias
(INIP) en 1964.
Mi experiencia
Empecé a
trabajar en rabia paralítica bovina o derriengue con el DVM Jorge Baer en el
laboratorio 4 de microbiología en el INIP. En esa época (1966-1967) había mucho
interés en conocer más acerca del vampiro Desmodus
rotundus y por este motivo íbamos al anochecer a las cuevas que estaban en
el estado de Morelos para probar los diferentes métodos de captura y
clasificación. Empezamos con una trampa de alambre de metal que parecía un
piano y así le llamábamos. Encontramos que era complicado llevarla por las
veredas a las cuevas. Entonces el DVM Baer trajo una que era una red de hilo negro
y permitía llevarlo fácilmente. La poníamos cubriendo la entrada de la cueva,
entonces uno de nosotros adentro espantaba a los murciélagos y cuando trataban
de salir se enredaban y los colectábamos. Aprendimos a diferenciarlos, entonces
nos quedábamos sólo con los hematófagos o vampiros. Los llevábamos al INIP, se
sacrificaban y se determinaba si tenían rabia por medio de la prueba de
inmunofluorescencia, que recién nos la había enseñado el DVM Baer. Por supuesto
no se pudo detectar el virus, entonces decidimos buscar anticuerpos
neutralizantes, por lo que la siguiente vez que fuimos a capturar murciélagos
hematófagos o los que atrapábamos, los sangramos para determinar si tenían
anticuerpos contra el virus de la rabia. Utilizábamos la prueba de suero-virus
CVS (Challenge Standard Virus) neutralización en ratones. Para mi sorpresa
encontré que el 4 % de los murciélagos capturados tenían anticuerpos
neutralizantes. Esto nos indicaba que el virus de rabia infectaba a los murciélagos
y que habían sufrido una infección. El encontrar anticuerpos era un milagro pues
en esa época sabíamos que todos los mamíferos que infectábamos se morían de
rabia.
Para establecer
una colonia de vampiros y conocer la biología del virus de rabia en esa
especie, fuimos nuevamente a una cueva que se encontraba en el balneario de
Palo Bolero en el estado de Morelos. Pusimos las redes y capturamos suficientes
vampiros para empezar la colonia en el INIP. Diariamente un empleado iba al
rastro y colectaba sangre que se desfibrinaba con perlas de vidrio en un
matraz, la cual se le vertía en cajas de Petri a los murciélagos para que se
alimentaran; los animales estaban sanos y se juntaban en un ramillete en la
esquina de la caja.
Una vez que los
vampiros se adaptaban, el DVM Baer los inoculó con diferentes diluciones de un
virus de rabia obtenido de un vampiro. Diario tomaba una muestra de saliva y se
congelaba, para posteriormente inocularla en ratones para detectar el virus
rábico. Para esto se descongelaba la muestra y se inoculaban 5 ratones por vía
intracerebral y cada vez que moría un ratón se checaba por inmunofluorescencia.
En el INIP desafortunadamente teníamos sólo una jeringa de 0.25 ml que permitía
inocular 0.5 ml a cada ratón. Después de dos semanas de la inoculación de los
vampiros en el número 20 empecé a detectar virus en la saliva. Debido a que
seguía siempre un orden consecutivo en la toma de las salivas, y así se habían
congelado, pudimos observar que era a partir del vampiro 20, que en los siguientes
vampiros que se podía seguir aislando el virus de las muestras de saliva. Parte
de la experiencia se publicó en 1967.
Platicando con el
MVZ Mario Martel y el MVZ Diodoro Batalla sospechamos que podía ser por
contaminación, pues se utilizaba la misma jeringa aunque se enjuagaba con
solución salina buferada (PBS) 5 veces entre cada inoculación de saliva. Para
salir de dudas inoculé 5 ratones con virus CVS y enjuagué la misma jeringa como
acostumbraba cinco veces en PBS. En la última lavada tomaba 0.25 ml de PBS
estéril e inoculaba otros 5 ratones. Repetí el procedimiento hasta completar cinco
lavados y para mi sorpresa después de cada lavado los ratones murieron. O sea
que el virus de rabia permanecía en la jeringa a pesar del método de lavado. El
Dr. Baer descartó el experimento debido a la contaminación de la jeringa. Por
supuesto que no pudimos conocer cuántos vampiros y el tiempo de excreción del
virus de rabia; lo que si fue claro es que el número 20 excretó virus por
varios días. Los vampiros no murieron durante el periodo de observación que fue
de un mes. .
En otro
experimento en el cual el DVM George M. Baer quería comparar la vacuna que se
hacía en Palo Alto cepa Flury y una cepa canadiense de los laboratorios
Connaught. Fuimos al rancho de Playa Vicente, Veracruz y vacunamos a las reses
y el desafío fue de campo pues consistía en que enfermaran de derriengue debido
a la mordedura de vampiros. El resultado fue que ninguno murió pero
desafortunadamente tampoco las reses control, a pesar de ser mordidos por
vampiros. El experimento se repitió en una zona donde había derriengue y
murciélagos hematófagos en Tuxtepec, Oaxaca pero tampoco murió ninguna res, por
lo que ambos experimentos fueron descartados..
Referencias
Mancisidor A. Experiencias con el uso de una vacuna autógena
en el control de una brote de derriengue en México. Memorias de la 2ª. Reunión
Anual del INIP, 1964.
Morilla A. Rabia experimental en el murciélago hematófago
Desmodus rotundus: Informe preliminar. Memorias de la 5ª. Reunión Anual del
INIP, 1967.
Ramírez V. M. Resumen de la historia de la rabia paralítica
humana en América Memorias del Congreso Científico Mexicano,1953.
Schneider, M.C. y Santos C B. Algunas consideraciones
sobre la rabia humana transmitida por murciélago. Revista Salud Pública de
México. 37(4): 354-362.
Téllez Girón A.
Historia de la rabia en México. Veterinaria, Mex. 1978. IX (Suplemento 1):37-46
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